Rostro, cuello, escote.
Aplica sobre la piel limpia la mascarilla purificante de menta con un pincel y deja que actúa sobre tu piel entre 10 y 15 minutos.
Retira el producto sobrante con una esponja húmeda y aclara tu piel con agua. Para terminar, hidrata tu piel con la cantidad del reparador hidratante con ADN marino que consideres que tu piel necesita, y masajea suavemente.
Sigue estos sencillos pasos 3 veces a la semana y siente cómo tu piel mejora en poco tiempo.