Así como muchas personas tienen claro que el cuidado de su piel es una rutina fundamental en su día a día o su semana, otras no le dan la importancia que realmente tiene.
Cuidarse la piel no es sólo una cuestión de estética o belleza, como durante muchos años se ha propagado, sino que tiene mucho más que ver con salud y cuidado al órgano más grande y más expuesto al exterior que tenemos.
Estas son algunas de las razones por las que nosotras hemos considerado siempre importantísimo dedicarle tiempo y atención al correcto cuidado de la piel, indiferentemente de si eres hombre o mujer;
1. El estado de la piel de de una persona (hombre o mujer) influye muchísimo en su buen o mal aspecto general.
Aunque el aspecto más púramente físico, estético o de "belleza" nunca haya sido nuestro enfoque (sino más bien una consecuencia de centrarse en la salud), está claro que a nadie le gusta parecer descuidado o más mayor de lo que es. No sólo porque todos queremos aparentar ser más jóvenes para gustar más, sino también porque el hecho de dar una imagen cuidada y de salud va de la mano con transmitir mayor autoestima y bienestar personal. Tener una piel cuidada, como un corte de pelo arreglado, unos dientes limpios, o una ropa favorecedora, es un reflejo del cuidado que te das.
2. Es el único órgano que está directa y constantemente expuesto al exterior.
Este no es un motivo menor por el que la piel merece un cuidado apropiado. La piel no está solamente expuesta constantemente al sol, los cambios bruscos de temperatura, la humedad, la sal del mar en verano, los vientos, el calor, el frio... hoy en día está también expuesta a los factores contaminantes del medio ambiente en el que vivimos; los radicales libres. Estas partículas de polución se enganchan a los poros de la piel y deterioran su salud, además de bloquear su transpiración. Y eso no es todo. La piel no es sólo barrera hacia el exterior, sino que elimina también las toxinas que segregamos desde el interior. Es importantísimo limpiarla de todas las partículas que acumula en el día a día, tanto de afuera como de adentro, y ayudarle a recuperar la hidratación y minerales que pierde.
3. Su calidad no sólo se aprecia a la vista, sino que también al tacto.
La piel es nuestro medio de contacto físico con otras personas. Cada vez que damos un abrazo, una caricia o un beso, ponemos en contacto nuestra piel con la de otra persona, quien recibe una sensación agradable de suavidad o de aspereza. Tener una piel suave al tacto y a la vista resulta muy agradable, tanto para nosotros mismos, cuando nos acariciamos o nos abrazamos, como para las personas con las que interactuamos afectuosamente también.
4. Los problemas de piel pueden causar problemas emocionales.
Cuando la falta de cuidado se alarga en el tiempo, pueden aparecer problemas o complicaciones. Éstos pueden llegar a ser muy frustrantes y causar inseguridades sociales que nos pueden afectar en muchos aspectos de nuestras vidas. La piel es la capa que nos recubre el cuerpo, y que todo el mundo ve. Es importante sentirse a gusto y seguro en nuestro traje.
5. Dedicar un ratito al día a uno mismo da un motivo para frenar.
A veces nos resulta difícil encontrar tiempo para nosotros mismos. Nos llenamos de excusas para dejar nuestras necesidades más importantes últimas en la lista de cosas que hacemos. Ponemos por delante el trabajo, las relaciones, las tareas de casa, y un sinfín de otras cosas. Dedicarse 10 minutos al día, ya sea por la mañana, por la tarde, o por la noche, desde casa, no es difícil. Es un momento de freno, y de hacer algo agradable para uno mismo.
Si alguno de estos motivos resuenan contigo, puede ser un buen momento para replantearte el cuidado de la piel como un hábito saludable a poner en práctica. Si tienes dudas o preguntas, ya seas nuevo en este hábito o lleves tiempo intentando lograr resultados, contáctanos y te ayudaremos en todo lo que esté a nuestro alcance.
Buena semana y buenas rutinas :)