Menos es más

Begoña Erauzkin, fundadora de MySkin Barcelona, se dio cuenta hace muchos años de que tanto ella como el resto de la gente buscaba una alternativa a la cosmética tradicional y las ceras en sus emulsiones para hidratar y tratar la piel en profundidad. Casi todo el mundo con quien hablaba coincidía con ella en que sentían que su piel, ya fuera grasa o padeciera de sequedad, se agravaba con el tiempo, y su necesidad de seguir probando combinaciones de un sinfín de productos sólo crecía. 


El logo y nombre de la marca fue creado por primera vez en 1997, pero existía desde mucho antes y Begoña comenzó a trabajar con la línea en 1982. En 2018 la marca fue rediseñada y relanzada por la segunda generación familiar, cuando yo, su hija Maite, entré a formar parte de la empresa. La fórmula nunca se modificó; porque, como mi madre siempre ha dicho, “cuando algo es bueno y funciona tan bien, no hay que cambiarlo”. La marca, que hasta el momento se había llamado sólo “MySkin”, incorporó el “Barcelona” en su nombre para darle distinción, ya que el nombre original nos parecía muy genérico, y también para resaltar el aspecto local de la marca y sus proveedores, ya que son todos de mucha proximidad. 


Nuestra línea compacta es tan eficiente y contiene principios activos tan cuidadosamente seleccionados que no se necesitan más de uno a cuatro productos para un cuidado íntegro del rostro. Tengas el tipo de piel que tengas, seas hombre o mujer, y de cualquier edad. Y es que, como Begoña siempre ha explicado, “todos perdemos lo mismo”, por lo que la mayoría de pieles necesitan casi lo mismo. “En más de 30 años y cientos de casos de pieles de todos los tipos y con toda clase de problemas, no me he encontrado con un solo caso en que el producto no funcione y no cause una diferencia significativa. Y mucho menos que cause algún problema en la piel. Esa es nuestra mejor garantía”, afirma Begoña.

 

“Lo que hace especial a nuestros productos no es sólo lo que contienen, sino lo que no contienen”.

 

Te explicamos por qué…

 

“La mayoría de cremas de cosmética, indiferentemente de su precio, contienen ceras esenciales en su emulsión. Estas ceras crean una película en la piel y taponan los poros, bloqueando la transpiración de la piel”. Ahí está el problema. Aparecen puntos negros, poros asfixiados, flacidez, arrugas prematuras, pieles apagadas, deshidratadas… etcétera. Por muchos buenos ingredientes que contengan tales cremas, si tienen ceras, es imposible que penetren en la piel. Quedan en la superficie y no sólo no hidratan, sino que taponan y en muchos casos perjudican. Cuando tocas tu piel segundos después de usar los reparadores celulares de MySkin Barcelona, inmediatamente la sientes distinta. Al no contener cera ni grasa, no dejan rastro en la superficie, ni la típica sensación pegajosa de muchas cremas. Todo el producto se absorbe en cuestión de segundos. 


Cuando comparas esta línea al sinfín de cosméticos que otras marcas lanzan cada año, orientadas para pieles secas, pieles grasas, pieles mixtas, para el día, la noche, el cuello, los párpados, el rostro, (y la lista podría seguir varias líneas), te das cuenta de que estamos hablando de un producto y un concepto completamente diferente. 


“Siempre hemos sostenido que menos es más, y que al margen de toda la explicación que damos, y todas las veces que podamos repetir lo mismo, no hay mejor manera de entender las cosas que sintiéndolas en tu propia piel”. Y nunca mejor dicho. La mayoría de nuestros clientes, tras probar la línea de reparadores celulares de MySkin Barcelona, no la dejan nunca más.

 

Acerca de nuestro packaging, hemos intentado crear uno que fuera sencillo, minimalista y hemos mantenido los tarros de capacidad abundante. Así como la mayoría de cosméticos venden sus cremas en formatos de 50, 70 o un máximo de 100ml, nuestros reparadores MySkin Barcelona vienen en tamaño de 100ml y 220ml. 

 
Os preguntaréis por qué. 


Por dos sencillas razones. 


La primera, por un tema de conciencia ambiental. Y es que así se generan muchos menos envases para adquirir la misma cantidad de producto. (Los envases, por supuesto son reciclables). 


La segunda, porque forma parte de la naturaleza del producto y la filosofía del cuidado de la piel de nuestra marca que a la piel hay que aportarle lo que necesita en la cantidad que necesita. “Igual que cuando tienes mucha sed bebes agua hasta saciarte, cuando la piel está a falta de hidratación, absorbe mucho producto. Y esto es posible porque los reparadores penetran en profundidad. Aplicar las mismas cantidades de muchas de las cremas de cosmética y esperar que la piel las absorba sería imposible”.

 

“He tratado dermatitis seborráceas y las he llegado a eliminar con mucha constancia y mis productos. La gente no me creía cuando les decía que les iba a eliminar la dermatitis. Varios de mis clientes actuales son algunas de esas personas a las que les eliminé su dermatitis hace más de 20 años”.

 

“Rojeces, sequedad severa, escamación, quemaduras del sol… todo lo tratamos con mucho éxito a través de nuestra metodología y nuestros productos”


¿Nuestro sueño? Dar a conocer a toda la gente que nos sea posible las propiedades de nuestros productos y los beneficios en la piel de su aplicación constante. Todos los días nos cruzamos con gente que padece de los más comunes síntomas de una piel insana, y no podemos resistir contarles que tenemos la solución a su problema. Por supuesto, un entendimiento holístico es importante a la hora de tratar cualquier problema que se manifiesta físicamente. Pero a nivel externo, tenemos entre nuestras manos un gran aliado para nuestro bienestar a través de la mejora del órgano más grande de nuestro cuerpo; la piel.

 

Maite Subias Erausquin, 

Directora comercial en MySkin Barcelona

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